sábado, 29 de mayo de 2010

I say no, no, no...


Aprovecharé el post de hoy para aclarar las dudas de todos los que habéis estado colapsando la centralita estos últimos días, a raíz de los textos sobre la central de Garoña en particular, y de la energía nuclear en general. Gracias por vuestras llamadas.
Intentaré disipar vuestros temores y convenceros de por qué la energía nuclear tiene que dejar paso a otro tipo de energías, más limpias y menos peligrosas, en cinco pasos:

- Peligrosidad: todos guardamos en la memoria colectiva el desastre de Chernóbil en 1986, en la que una sola central nuclear puso en jaque a toda Europa. El potencial de riesgo es extraordinario, además de innecesario porque puede ser sustituida por otras más inofensivas. Los residuos radiactivos que generan las centrales son, además, muy difíciles de eliminar, todo un marronazo para futuras generaciones.

- Cara: los costes de construcción, de gestión de residuos, de vigilancia,… Como apuntan desde la WWF, ‘si la reducción de emisiones, como tantas veces se dice, es un asunto económico, las nucleares desde luego no son la solución’.

- Duración: las reservas de uranio de las que se dispone para alimentar a las nucleares no invitan a la tranquilidad (apenas unos 2.525.000 t), insuficientes para generar energía eléctrica por más de dos años. La energía nuclear sólo retrasaría unos años la toma de soluciones reales al problema del cambio climático.

- Construcción: tardan del orden de 10 años en ser construidas, por lo que tampoco podría ser una solución con cierto viso de actualidad.

- Por último, la Comisión Europea cree que se pueden conseguir los objetivos de Kyoto sin la energía nuclear. De hecho, Alemania y Suecia están reduciendo sus emisiones sin nuevas plantas nucleares.

Por todo ello, porque no nos gusta imaginarnos estanques con peces de seis ojos, porque nadie estaría ni a gusto ni a salvo viviendo enfrente de ellas, porque sus costes significan fortunas en tiempos de crisis, porque son considerados objetivos terroristas, porque ya existe otro tipo de alternativa energética… por todo ello, que los políticos no te engañen.
Si quieren centrales nucleares, que se las metan por el culo.

viernes, 28 de mayo de 2010

Meiday! Meiday!


CONVERSACIÓN REAL GRABADA DE LA FRECUENCIA DE EMERGENCIA MARÍTIMA CANAL 106, EN LA COSTA DE FINISTERRE (GALICIA), ENTRE GALLEGOS Y NORTEAMERICANOS
16 DE OCTUBRE DE 1997 (es verídico)


GALLEGOS: (ruido de fondo).... Les habla el A-853, por favor, desvíen su rumbo quince grados sur para evitar colisionarnos... Se aproximan directo hacia nosotros, distancia 25 millas náuticas.

AMERICANOS: (ruido de fondo)... Recomendamos que desvíen su rumbo quince grados norte para evitar colisión.

GALLEGOS: Negativo. Repetimos, desvíen su rumbo quince grados sur para evitar colisión.

AMERICANOS: (otra voz diferente) Al habla el Capitán de un navío de los Estados Unidos de América. Insistimos, desvíen ustedes su rumbo quince grados norte para evitar colisión.

GALLEGOS: No lo consideramos factible ni conveniente, les sugerimos que desvíen su rumbo quince grados sur para evitar colisionarnos.

AMERICANOS: (muy caliente) les habla el capitán Richard James Howard, al mando del portaaviones USS Lincoln, de la marina de los E.E.U.U., el segundo navío de guerra más grande de la flota norteamericana. Nos escoltan dos acorazados, seis destructores, cinco cruceros, cuatro submarinos y numerosas embarcaciones de apoyo. Nos dirigimos hacia aguas del golfo pérsico para preparar maniobras militares ante una eventual ofensiva de iraq. No les sugiero... les ordeno que desvíen su curso quince grados norte!!!!! En caso contrario nos veremos obligados a tomar las medidas que sean necesarias para garantizar la seguridad de este buque y de la fuerza de esta coalición. uds. pertenecen a un país aliado, miembro de la otan y de esta coalición...
Por favor, obedezcan inmediatamente y quítense de nuestro camino!!!!!

GALLEGOS: Les habla Juan Manuel Salas Alcántara. Somos dos personas. Nos escoltan nuestro perro, nuestra comida, dos cervezas y un canario que ahora esta durmiendo. Tenemos el apoyo de Cadena Dial de La Coruña y el canal 106 de emergencia marítimas. No nos dirigimos a ningún lado ya que les hablamos desde tierra firme, estamos en el faro A-853 Finnisterra, de la costa de Galicia. No tenemos la más puta idea en que puesto estamos en el ranking de faros españoles. Pueden tomar las medidas que consideren oportunas y les dé la puta gana para garantizar la seguridad de su buque de mierda, que se va a hacer hostia contra las rocas, por lo que volvemos a insistir y le sugerimos que lo mejor, mas sano y más recomendable es que desvíen su rumbo quince grados sur para evitar colisionarnos.....!!!!

AMERICANOS: Bien, recibido, gracias.

jueves, 27 de mayo de 2010

In Scott we trust



Ayer pude comprobar que el binomio Scott – Crowe sigue gozando de buena salud. Desconozco la opinión de la gran masa, y me importa un guano la crítica del Fotogramas de turno –por más que a Pitis le parezca lo contrario-. A mi me gustó, pero con matices.


Robin Hood ha sido siempre un recurso cinematográfico bastante exprimido, como lo testimonian las veinte mil versiones (que no remakes, porque el original es un libro) que engrosan los archivos de Hollywood, que ya podrían vaciarse un poco habida cuenta de la furralla que existe.

No voy a aburrirme comparando versiones, básicamente porque hay un trillón de ellas, y porque para eso está wikipedia. Si de paso algún valiente echa un vistazo a los Robins anteriores, comprobará en sus carnes que el cine avanza, mejora, y que se puede tranquilamente dejar atrás mucho clásico trasnochado, y mucho bodrio convertido en película de culto por el submundo freak que también habita en esto del cine.

Con escenas de acción en batallas y emboscadas como las de R. Scott en esta entrega, ¿vamos a decantarnos por aquellas cintas de un Errol Flynn en mallas postpunks y bigote de pega? Aquellas escenas de lucha eran más propias del Lago de los cisnes que de cine de acción, aunque siempre existe el típico amigo cool que acude al rescate de defecaciones cinematográficas similares, simplemente porque son en blanco y negro.

En el caso de Scott, su éxito no depende exclusivamente de la tecnología, porque la brillantez y el talento, en su caso, no salen de un programa de ordenador. Es bueno, y lo ha demostrado.

Empezó quitando el aliento -con cine de ciencia ficción de alto voltaje- a un público adormecido con chuminadas como la de Kubrick y su ‘2001: odisea en el espacio’, presentando ‘Alien’ (la irreemplazable que marcó tendencia en el género), o ‘Blade Runner’, una genialidad que todo el mundo reconoce como adelantada a su tiempo (y no lo digo porque transcurra en el futuro). El resto de la filmografía, lo dicho, en wiki.

Mucha escena para el recuerdo, maravillosas, y me importa poco que sea resultado de ordenador; lo meritorio del caso es hacer creer que esa belleza indescriptible es, o parece, real.

Scott acertó escogiendo a Russell (vaya novedad), y aunque se le distinga como uno de los mejores, creo que ya se le puede empezar a decir aquello de que conoció épocas mejores. Ya no es el de Gladiador, muy a nuestro pesar.

Acertó escogiendo a Mark Strong, el villano calvorotas que hace del malote de la corte, con un más que extraordinario parecido a Fonsi, o a Oscar Isaac, el rey (juan), con su afilado brit humor y su poca predisposición a dejar de ser insufriblemente déspota.

Por lo que no paso es por tener que aceptar a la Blanchett como la linda Marian del cuento. Y una mierda pinchada en un palo. Scott se ha contagiado del empalagoso estatus del que goza la petarda en Hollywood, y se ha vendido a la imagen, a lo fácil, a lo de todos… y la diva ha ganado. Aunque también es cierto que no siempre se puede tirar de Cotillards o Eva Greens.

Falta un speech grandilocuente que nos haga estremecer, un final que no pase por la previsibilidad acostumbrada, dos gotas de calidad en los diálogos y tendríamos la película de los 20 Oscars.


Robin Hoods hay muchos, y he preferido no mencionar a Kevin Costner por respeto a la historia, pero para mí Robin de Locksley será siempre aquel héroe de leyenda que entró en los carnavales de hace un año en el Alkimia, con el arco en la mano, su sonrisa de medio lado y unas mallas que dejaban entrever los misterios de la vida.

Gracias Josu.


miércoles, 26 de mayo de 2010

El azote de los pinkis


A principios de mes, el Ocean Sentir publicaba un artículo en el que daba a conocer la muerte de cerca de 20 delfines del río Amazonas en el lago Bazagán, en Loreto (Perú).

El periódico ‘La República’ culpaba a los pescadores locales de haberlos envenenado dándoles pescado manipulado. Y todo porque querían impedir que les estropeasen sus aparejos de pesca, y ya de paso, cepillarse la competencia directa sobre los peces menores.

¿Alguien sinceramente cree que estos criminales van a pagar por ello?

¡Oh, si!, espera que reviso el Código Penal peruano y busco en el apartado ‘hijos de la concha su madre que se toman la justicia por su mano/ especie protegida 6.8’.

Estoy de acuerdo con que el bicho es feo de pelotas y que nunca fue objetivo de la Disney, ¿pero qué mal hace? ¿comer pescados?

El mismo diario afirma que los pescadores los matan o los mutilan cuando caen en sus redes, y que si los distinguen de lejos se lían a tiros con ellos o los envenenan.

Es triste pensar que nadie sabe exactamente cuanto tiempo hace que les llevan dando caza y sufrimiento.

Esta gentuza, que no son mejores que lo que cagan los delfines, conocen el peligro que corren estos mamíferos a punto de desaparecer.

¿Y qué?, insisto. ¿El Código Penal va a salir tras ellos sabiendo perfectamente quienes son por más delito ecológico que sea?

¿Van a pringar un puñado de cobardes cuando hay países que abanderan causas tan nobles como la caza de ballenas?

¿Acaso Japón, Noruega o Islandia sufren el hostigamiento internacional cuando son exterminadores con patente de corso?

¿Acaso en España no somos conscientes de que nuestros atuneros arrasan con la fauna marina en los océanos de medio mundo?

En España mismo la pesca excesiva en el Cantábrico ha llevado a la anchoa al borde de la extinción, y no es cachondeo. Que el pescadito mida palmo no significa que nos los podamos pelar en masa como hacemos.

Volviendo a los delfines rosas del Amazonas, compartir ríos con infraseres a canoa no se ha convertido en la única de sus preocupaciones. También han descubierto en la desforestación y en los vertidos incontrolados de residuos agrícolas y mineros, a unas plagas alternativas bastante efectivas.

Si a eso le sumamos, y vamos para bingo, los proyectos hidráulicos que se están levantando, nos habremos garantizado a estas alturas la estocada final a la especie.

El lugar apropiado para tanta mediocridad e insensatez humana debería conservarse empalado en lo alto de las colinas para recordarnos a diario que nuestra especie es el flagelo constante y gratuito de las otras.

¿De verdad creyeron que Lope de Aguirre era la auténtica cólera de Dios cuando descendía absolutamente innortado el Amazonas?

Puede que si fuese la cólera de Dios, pero desde luego, no el único.

martes, 25 de mayo de 2010

Tim, hijo de un web menor


Las navidades pasadas, a Tim Berners-Lee se la jugaron en Internet. Cuando leí la noticia pensé que había pringado otro incauto con nombre de modelo de pies de New Jersey, nada más.

Según apuntaban en el artículo, el tipo tampoco había perdido mucho dinero. “La empresa en Internet parecía de fiar y resultó ser completamente falsa. Veo difícil recuperar el dinero, aunque no era demasiado”, señaló el afectado en una entrevista que había ofrecido al rotativo británico The Sunday Telegraph.

Un suceso como éste, que deben ocurrir a diario a toneladas, no hubiese dado tanto juego de no haber sido quien es. Para los de letras, para los no iniciados, o incluso para el 99% de la población, este nombre pasaría completamente desapercibido si no nos dijesen que se trataba del creador de la World Wide Web (www).

Sí. Al padre de la criatura se la dieron con queso, y ni se enteró. Lo traumático del caso no ha representado la pérdida del dinero, sino la estocada al honor. Y es que, como canta el refranero, darle castañas al castañero, tiene salero.

Algo así como dicen que le sucedió al doctor Guillotin con su invento, pero perdiendo unos dólares por el camino en lugar de la cabeza. Basta que inventes algo para que los elementos y los desgraciados te hagan arrepentirte de tus logros.

En Internet ocurre lo que en las noches de farra, que todo vale. Trileros hay en todas partes, e Internet, que puede ser un paraíso pero también un infierno, es un medio más en el que también habitan las alimañas y los miserables que buscan aprovecharse de la buena fe del resto.

Pero claro, si esto le pasa al capitán webs, al gepeto del mundo virtual, ¿qué no nos podrá pasar al resto?

En España, uno de los países seguramente que menos utilizamos Internet para comprar junto con Botswana y Fiji, según datos de febrero del 2010, hemos pasado del 5.5% al 15.7%. El principal motivo que argumentan los españoles para no comprar en Internet es la preferencia de hacerlo en persona en un establecimiento tradicional. Para qué negarlo; somos hijos del bar de la esquina, del colmado de la Juani y del chino con todo a cien, y eso de darle bola a Internet nos queda muy lejos. Cada país avanza a su ritmo, y nosotros hace tiempo que vamos con palos en las ruedas.

O a lo mejor es precisamente por eso por lo que no compramos vía Internet, porque somos lo que somos, unos manguis de cuidado, que aquí cuando te has dado la vuelta te han dejado en pelota picada; y como no nos fiamos ni de las ostia que dan en misa, menudo unos para ir dando el número de la tarjeta a cualquiera…

Tim Berners-Lee, mucho invento y mucho Oxford, pero nos la han dado como al resto. Esto es la jungla, Tim, y como dicen por aquí, dar gato por liebre, no sólo en las ventas puede verse.

Muchos emoticonos con sonrisas y ciberánimos para Tim.

lunes, 24 de mayo de 2010

El ataque de los lobbies


El lobby nuclear saca tajada del problema del cambio climático y larga el rollo de que las centrales nucleares son inofensivas para el medio ambiente, argumentando que no emiten CO2. La industria nuclear siempre ha prometido futuros espléndidos a cambio de presentes inciertos.
Los lobbies, para que nos entendamos, son grupos de extorsionadores profesionales de traje y corbata que se dedican a presionar a los gobiernos, movidos siempre por determinados intereses y ninguno altruista (la codicia de la pasta).

Actualmente, las compañías eléctricas en nuestro país, en caso de desastre, tan sólo asumirían una responsabilidad civil de daños por valor de 700 millones de euros, la horquilla más baja de la UE.
Por si fuera poco, ningún holding de seguros del mundo garantiza el riesgo de una central nuclear.
El modelo de los alemanes, por ejemplo, cabezones pero pragmáticos donde los haya, se rige por el que la hace la paga, y propugna que la responsabilidad de los propietarios de centrales nucleares sea ilimitada.
Ellos entienden que la vida útil de una central nuclear es de 32 años, y no de 40 como aplicamos aquí. Y por si fueran pocos los escollos a salvar, Zapatero pide que se fije por ley qué se entiende por vida útil. Conmovedor.
Sin embargo al titiritero mayor le crecen los enanos mientras juega a las finanzas con Endesa, Iberdrola y compañía(s). Dentro del gobierno, Hugo Morán, secretario de Medio Ambiente en la ejecutiva del PSOE, ha opinado que «las centrales nucleares deben desaparecer en cuanto haya alternativas razonables. Garoña era ya reemplazable por otro tipo de energías». Gracias. Por un lado Zapatero cede a la presión de los lobbies nucleares, y por otro defiende su discurso progre preelectoral con reformas que sabe que no va a cumplir. Clásica chapuza nacional.

La energía nuclear genera unos residuos que mantienen su radiotoxicidad durante centenares de miles de años y en el minado del uranio se generan todo tipo de contaminaciones, CO2 incluido. La energía nuclear fracasó en los años 70 precisamente por no ser rentable y hoy no se construyen centrales nucleares, por ejemplo en EE.UU., a pesar de todas las subvenciones y avales estatales de la Energy Policy Act de 2005, porque el mundo financiero no confía en su rentabilidad.

Este mundo puede vivir perfectamente sin una bomba de relojería de magnitudes apocalípticas teniendo como alternativa a las energías renovables, tan inofensivas como efectivas.
Que dejen de vendernos la moto, que como todo, es un negocio en el que se mueve mucho dinero. Repito por si no se me entendió: mucho dinero.

domingo, 23 de mayo de 2010

Central nuclear de Garoña: who cares!


Seguir apostando por la energía nuclear cuando las renovables ya han demostrado su eficacia es propio de países descolocados, retrógrados y lamentables como el nuestro, en manos siempre de titiriteros y cretinos de feria que sólo buscan reforzar sus egos y sus bolsillos. Cada país tiene la clase política que se merece, pero eso no es nuevo.

La energía nuclear, actualmente, es una opción cada vez más cara, más lenta de desarrollar e infinitamente más peligrosa que las energías renovables y el ahorro energético.
Pero las cuestiones trascendentales en este país se las pasan los políticos por la entreceja. Favorecer los estados de riesgo y machacar al ecosistema son el pan nuestro de cada día de nuestros gobiernos. A ellos les basta con mirar a otro lado, y si se le pregunta por tamaña gilipollez desde el escaño de enfrente, sacarán algún debate sobre la bandera o su bendita madre para marear la perdiz y tenernos entretenidos.

La central nuclear de Garoña cerrará su actividad en el 2013, cuando cumpla los 40 años de vida útil, y no en el 2011 como había prometido el gobierno.
¡Por qué no! Sólo son dos años en los que la central puede estropearse todavía más, reventar y colocar literalmente a España entre la desembocadura del Amazonas y la estación Mir.
La de Garoña fue construida con el desarrollo y los avances tecnológicos de los años 60, una época glamorosa y mítica en la que en este país deslumbrábamos al mundo, por ejemplo, con el 600. Esto para que tengamos una idea de la solidez y seguridad que representan este tipo de centrales.
La central ‘de las mil y una grietas’, como se la conoce en una región que vive con el corazón en un puño y con la maleta hecha en la otra mano, padece de achaques técnicos cuando menos preocupantes, entre los que destacan la corrosión del barrilete (que de estallar también sería cósmico) y las grietas en las barras de control.
Un estudio epidemiológico realizado por el profesor Agustín Silva-Mato del Área de Medicina y Salud Pública, Unidad de Bioestadística y Epidemiología de la Universidad de Alcalá de Henares y el Hospital de Guadalajara, recientemente publicado en la prestigiosa revista científica Occupational and Environmental Medicine, sobre la incidencia de cáncer en el entorno de la central nuclear demuestra que ésta es 1,7 veces mayor en un radio de 10 kms alrededor de esta instalación que en el radio de 30 kms.
Esto nos arroja al menos unos centenares de motivos por los que el gobierno debería tirarlas abajo y escoger de entre las alternativas energéticas que ya funcionan en este país y que no suponen riesgos para la salud pública.
Cuestionar su empleo y debatir su futuro son medidas que cualquier gobierno de este país no brindará a la ciudadanía por miedo a tener que dejar de chupar del bote y tener que enfrentarse a las logias nacionales que mueven la pasta.
Probablemente, aquí se le dará la importancia que merece a este tipo de cuestiones cuando el tinglado de las energías renovables le reporte al gobierno trillones de petroeuros, o cuando recojamos sandías modelo Chernobil de 300 kgs. en lugar de las naranjas de Valencia de toda la vida.
Este país funciona a leches desde la prehistoria y no con ideas, pero si me diesen una oportunidad ponía a los del gobierno de electricistas en la central de Garoña.

domingo, 16 de mayo de 2010

Forever young


A todo el mundo le suena eso de que España sirve para poco. Lo nuestro es exportar olivas, coleccionar catetos en el gobierno, idolatrar futbolistas, cubrir de asfalto cualquier superficie, destrozar espacios naturales, matar toros, estar permanentemente a la cola de Europa... y fiesta. Lo nuestro es la fiesta.
Los extranjeros nos han tomado el número, y es aquí donde el turismo etílico y guarro campa a sus anchas, el de la sangría por vena y las tapas de cualquier pescadito en peligro de extinción. Aquí nos llega lo mejorcito de cada pub de centroeuropa, con ganas de ponerse hasta las cejas de noche, y de un rojo amapola de día que duele con sólo mirarlos.
Pero el español no es un tipo que se deje amilanar. El español es una especie aparte dentro de la genérica, y piensa que todo lo que hace el de enfrente lo puede hacer él mismo, o incluso mejorarlo. Tanto descerebrado suelto en Callejeros no podía ser casualidad.

Esto poco más o menos es lo que debió aplicarse un individuo hace dos días cuando decidió no dejar un fármaco por ingerir en una de esas alegres noches de primavera. Meterse de todo es un peligro que atenta contra su propia estupidez, pero adquiere dimensiones criminales y penales cuando se sube uno al volante de un coche; entonces se convierte en una especie de talibán a punto de inmolarse en cualquier momento.
Esta vez no hubo víctimas que lamentar. Al menos mortales. Eso sí, hasta que la policía lo interceptó, se había llevado por delante una furgoneta, un poste en la acera y una mediana de la avenida Madrid de Vigo.
Los de la Policía Nacional, que no pierden el viaje, vieron que aquello prometía, le hicieron soplar de inmediato, pero seguramente no acertaron con la quiniela. Menos de alcohol, el tipo se había metido de todo. Cocaína, benzodiazepina, opiáceos, morfina, heroína, y por si la noche decaía, extra de metadona. El milagro, si hubo alguno, fue flirtear con el suicidio y salir vivo. ¿Cómo diablos, en nombre de los pendientes del minotauro, podía el hombre abrir siquiera los párpados? Estoy convencido que una dosis diez veces menor es capaz de tumbar un dromedario; a un camello no, por razones evidentes…
La Ciencia, que tiene en el ser humano su mayor reto, habrá visto en A.M.P. -que así se llama el ilustre- un ejemplar digno de estudio. Más si cabe sumando 42 abriles. Ocasiones como ésta, en la que la realidad supera con creces la ficción, no están como para desperdiciarse. Y digo ficción porque ésto, a cualquiera que se lo cuenten, no se lo cree. La Ciencia aprenderá de este episodio mucho más que la sensatez humana, porque, como ya expuse al principio, aquí estamos muy acostumbrados a intentar hacer lo que el vecino de enfrente, y si se tercia, porque para eso semos así de machos y mediterráneos, superarlo.
Es evidente que con pedales como ése, quién necesita alcohol. Con los cubatas, a los mortales nos da por hablar antes de tropezarnos con la lengua, por hacer el idiota y, casi siempre, a quedar en ridículo. Si los cubatas son de garrafón, la cosa por la noche no variará. La diferencia la marcará el tamaño de tu cabeza al día siguiente. Con la dosis del figura, desde el primer minuto estarás de globazo con San Pedro intentando echarle fichas a los ángeles a ver si cae alguno…
La policía seguro que permanece intrigada unos días; no tanto preguntándose qué hace vivo el tarado este, sino de dónde cojones sacó el arsenal de quimicefa.
La Ciencia, por su parte, probablemente se rasque el mentón preguntándose por los efectos secundarios y los daños creados al organismo.
Los colegas del barrio lo recibirán con calidez y ternura, porque con 42 palos y a ese ritmo no les va a durar mucho.
Y la novia lo debió dejar hace tiempo porque a ninguna con dos dedos de frente le gustaría acabar siendo la Susan Hayworth de todo eso…